Una experiencia que vivirá en tu recuerdo para siempre es la puesta de sol de Benirrás y su fiesta de los tambores: el lugar donde podrás empaparte del auténtico ambiente hippie en Ibiza.

Todo aquel que lo ha vivido acaba volviendo. Los domingos se reúnen centenares de personas durante la tarde, y hasta el anochecer, tocando timbales, yembés...

Ritmos de percusión improvisados para dejarte llevar, bailar y disfrutar mientras el sol tiñe de colores imposibles el Mediterráneo a medida que desaparece entre sus aguas.

Formentera: una de las joyas del Mediterráneo.

69 kilómetros de costa en los que perderte, encontrarte, pasear, recorrer en bicicleta sus vías verdes, bañarte en aguas turquesas infinitas o envolverte en relajantes lagos de barro natural. Acantilados, calas y playas de increíble belleza te esperan.

La isla entera es una maravilla en todos los sentidos.

Una de las grandezas de Ibiza es que, detrás de la fiesta, las calas idílicas y los atardeceres de película, hay un valioso patrimonio que no debes dejar de visitar.

Dalt Vila es un trocito de Patrimonio de la Humanidad a tu disposición. Sus calles llenas de encanto, sus rincones románticos y sus miradores te transportarán a otro tiempo mejor.

La mejor forma de explorar sus callejuelas adoquinadas es a pie y con un calzado cómodo.

Para conectar con Ibiza no puedes dejar de probar su gastronomía.

Uno de los platos típicos más espectaculares que te recomendamos probar es el rico Bullit de Peix: un guiso de pescados locales, acompañado de unas patatas cocidas con alioli y culminado con un arroz “a banda”, hecho con el caldo del propio pescado.

Riquísimo. Eso sí, acabarás lleno.

Ibiza es una de las referencias mundiales de la fiesta: la cultura musical, en especial la electrónica, es un must en la isla.

Abandónate a los placeres más hedonistas: la oferta es interminable y los Dj's, los mejores del mundo… ¡A bailar!